¡os odio, maniáticos religiosos y buenos!- ¡Dejarme en paz!
El bien sólo biene de las buenas acciones.
Toda acción está juzgada por su intención.
Puesto que sólo Dios sabe lo que está en los corazones de los hombres, sólo El puede juzgar quién es bueno. Yo no puedo juzgarte ni tú puedes juzgarme a mi.