Considéralo así:
Hay dos niveles de cono cimiento de la realidad. Uno es el conocimiento que tu y yo podamos tener de la realidad. El otro es el conocimiento absoluto que sólo Dios puede tener.
Nosotros tenemos que funcionar usando los conceptos y conocimiento que obtenemos de nuestra experiencia de la realidad. Según nuestra percepción, nosotros tenemos libre albedrío, hacemos las decisiones. Las decisiones que hacemos son según los límites establecidos por Dios (nosotros no somos dioses y no podemos cambiar la realidad a nuestro gusto)
Por ejemplo, yo puedo percibir una pared a mi lado, parece muy firme. Yo percibo que tengo libertad de elección entre darle un puñetazo o no. Si elijo hacerlo, me haré daño, y no podré culpar a nadie más que a mi mismo. Nadie ha sido injusto conmigo. No culpo a Dios por haber hecho las leyes físicas que me han llevado a mi dolor.
Lo mismo ocurre cuando he cometido un pecado: su consecuencia inevitable, en esta vida o en la otra, es para causarme a mi mismo daño.
En la percepción de Dios, Él tiene un control completo, pero yo no lo sé del modo en que Dios lo sabe. Entrar en debate sobre si yo podría saberlo, es estúpido y sólo nos llevaría a más confusión. Alguna gente dice: " Si Dios ha decidido que yo cometa este pecado, entonces no me puedo escapar". Pero NADIE sabe lo que Dios ha decidido para ti. Tú no conoces tu futuro.